¿Vale la PENA?

domingo, 16 de noviembre de 2008


Muchas veces nos encontramos ante situaciones que nos desagradan o que nublan nuestra mente con miedo, pánico, dudas e incluso dolor. Cuando pasa la tormenta nos damos cuenta que esa “pena” nos llevó a superar un obstáculo del cual aprendimos, y alimentamos el corazón con ese andar, con ese aprendizaje. Aprendemos que las lágrimas y el esfuerzo por salir adelante VALEN LA PENA. Después de haber pasado la tormenta, hasta agradecemos que haya sucedido, porque es imprescindible para el paso que sigue, para la vida del otro día. Para sonreír con más fuerza, para soñar con más esperanzas.


Todo lo que nos sucede, apartando que lo hemos atraído con el pensamiento, es regla que suceda para que podamos, de alguna manera, trascender al siguiente “sendero”. Nos encontramos un tiempo después, viendo desde una perspectiva distinta, en la que descubrimos que sin aquel dolor, fracaso, traspié, pecado, como quieras llamarlo, no estarías hoy donde estás, no vivirías hoy, de la manera que vives, no serías hoy, la hermosa persona que sos.

Claro que lo importante es, siempre, quedarse con el maravilloso aprendizaje, saber ver con el lente adecuado, sacarle el provecho y utilizarlo para la próxima “batalla”.

Por mi parte, no me arrepiento de nada, absolutamete de nada, por que cada uno de mis momentos y de las treguas que he vivido, aprendí y maduré muchísimo más. A veces, agradezco esos momentos de pena, de dolor, y agradezco haber podido superarlos, y disfrutar hoy, de la paz que me produce saber que, valió la Pena.

Siempre se puede ser feliz, siempre se puede ser mejor, siempre se puede ser uno, ser auténtico, espontáneo, perdonarse, perdonar, vivir, aquí y ahora.