Qué sería de mi...

domingo, 26 de octubre de 2008

Qué sería de mi vida sin mi alegría, qué sería de mi vida sin mi amor por mi misma, por la gente, por el baile, por la vida…

Qué sería de mí sin mis amigos, mi gente, mi país tan sufrido pero fuerte, las calles concurridas y las silenciosas, las palabras que sólo nosotros comprendemos, picardíamente,

Qué sería de mi sin mi mundo mágico de fantasías, en el que creo una burbuja, que me protege del dolor…

Qué sería de mí sin mi familia, sin mi jardín, sin mi luz, sin mi paz…

Qué sería de mí sin la fuerza, que me proveen los malos momentos, de los cuales tanto he aprendido… sin mis fracasos, sin mis tropiezos, delos cuales salí renovada otra vez…

Qué sería de mí sin mi capacidad de ver más allá, de mi arte, de mi pasión por agregar nuevos sabores al camino que elegí vivir…

Qué sería de mí sin mis metas, sin mis sueños, sin mis anhelos que alimentan el sendero, y me empujan a conseguir cada deseo.

Qué sería de mí sin la energía que este universo infinito me provee día a día, Qué sería de mí sin la salud rebosante, sin los minutos de silencio que llenan los huecos de mi ser.

Qué sería de mí sin el aire que respiro, el deseo de estar mejor, de ser más humana, más honesta, más humilde…

Qué sería de mí…. sin mí..

María Eugenia.

Siento...

… que te extraño, y es extraño, por que aunque pasamos mucho tiempo juntos… no te conozco… no sé cuál es tu película favorita, no sé qué te apasiona, no se… cómo será tu forma de amar. No sé muchas cosas. Pero sé que en tu mirada hay algo que me transporta hacia un lugar que no sé definir… pero me llena.

… que día a día me inspiras un poco más, siento alegría si cerca estás, siento mi corazón latir más fuerte en esos momentos, y no me lo explico… y me sorprende, y me hace volar.

… que pierdo el miedo, que nada me separa, que todo es posible, que de alguna u otra manera, siempre estarás, allí, en mi camino. No preguntes por qué. A lo mejor son sólo ilusiones mías, a lo mejor la energía que me transmite tu presencia me lo dice. A lo mejor… no es nada.

… que estamos conectados aún en las distancias. Que a lo mejor cuando te dije que no, en mi corazón quería decirte que sí. Perdí el precepto del qué dirán. Perdí el cuidado, aumenté mi fortaleza, y aunque me avergüence enormemente que lo sepas, al mismo tiempo muero por correr a decirte que te siento…

… que cuando rozo tu mano o tus brazos me recorre un aire fresco por las venas. ¿Será el amor que entra en mí? ¿O simplemente estoy delirando?… quiero dejarme llevar por esta ruta desconocida, el no saber qué pasa por tu mente o tu alma le agrega emoción a mi sentimiento tan nuevo, tan especial, tan raro, tan desconocido.

Y me gusta cuando me escribes con picardía, y me gusta cuando me miras a escondidas, y me gusta como hablas, como piensas, como te deslizas por la vida, impulsando a cada paso que das, fuerza y alegría. Aunque me queje también me gusta que me retes por las cosas que hago y que me hacen daño. Me gusta cuando callas, cuando hablas, cuando miras, cuando ries, cuando simplemente existes.

No espero nada, solo vivo y disfruto el sentir. Por que te siento, y desespera no saberlo explicar exactamente, pero hasta incluso disfruto no saber. No tener condiciones. No pedirte nada. Simplemente darte y compartir. Lo que reciba será un sentimiento más. Y me siento tan libre pero tan apegada al corazón. A tu nombre… y a tu calor.