Más allá del silencio.

lunes, 14 de julio de 2008


Más allá del silencio. Cuando se apaga la luz. Cuando volvemos a estar solos, a conversar con nuestro interior. Cuando no entendemos por qué, cuando no sabemos dónde, cuando la vida nos mira y pareciera que nosotros fuéramos otros, lejos, nos vemos ahí, parados, actuando, armando y desarmando cadenas de emociones y sentimientos.
Más allá del silencio, donde nada llega a tus oídos, donde pareciera que nada puede perturbarte, aunque sin embargo, te acosa la conciencia de tal manera, que te preguntas: ¿Qué es lo que me estoy perdiendo?, ¿Qué es lo que no escucho, cuando llega la noche, cuando nadie me ve?... ¿Cuántas cosas no sé, cuántas cosas están allí, y no las puedo ver?. ¿Cuántas veces me has llamado, y no pude socorrerte, simplemente por que no me enteré, por que no oí tu voz?.
Más allá del silencio, descubrí un don, un don que pocos conocen y nadie sabe decir. El don de ver más allá de los ruidos, de la gente que habla sin parar, y sin embargo, no dice nada. El poder distinguir, cuando alguien te aprecia, y lo hace de veras, de cuando alguien te alaba, y esconde su furia, su envidia, sin saber realmente, que él, es tan único y magnífico como yo.
El don de ver desde lejos, las emociones de los demás, de reconocer genuinamente, quién es quién, a la hora de amar, a la hora de ser, a la hora de sentir. Estoy parada aquí, a sólo cuatro metros de distancia de tu presencia, no te oigo, pero te veo, no te conozco, pero sé mucho de vos, incluso lo que estas pronunciando, sintiendo y esperando de los otros.
Más allá del silencio, descubrí que a lo mejor, la razón de no oírte, es para que aprenda a reconocerte, sin juzgarte por tus palabras, sin admirarte por que podrías mentirme. Sin el eco de las palabras, más allá del silencio, no necesito nada, por que tu mirada, me lo dice todo. Tus manos, me informan demasiado, tu actitud, es sólo un refugio, en el que ocultas lo que no quieres que los demás vean de tí. Ser genuino, transparente, sincero, es un don también. Quizás si tuviera los oídos que los demás tienen... todos estos dones, no los hubiera conocido.
Eso no quita que quiera salir de esta "condición", aprendí de la experiencia de no escuchar, aprendí a ver más allá. Ahora te escucho, y quiero más. Tengo derecho, por que existo, soy, espero, sueño, lucho y anhelo. Y lo voy a conseguir. Le guste o no... al mundo.

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